Hay varias razones por las que remodelar tu actual casa puede ser una excelente alternativa, independientemente de si deseas remodelarla para ti y tu familia, o si es una casa de inversión y piensas rentarla o venderla. Aquí te damos algunas de las razones por las que remodelar es una buena idea.
Si piensas seguir viviendo en tu casa, hemos detectado 8 razones para remodelar:
- Evita los gastos de cambiarte a otra casa: cuando compras, incurres en gastos de enganches, impuestos y mudanzas, entre otros. Estos gastos no existen al remodelar.
- Incrementas el valor de la propiedad: una remodelación bien pensada elevará el valor de tu propiedad, elevando a su vez tu patrimonio.
- Puedes darle más carácter o personalidad a la casa: si tu casa ya perdió un poco “su toque”, quizá sea buen momento de volverle a dar esa personalidad que te haga enamorarte de nuevo y sentirte orgulloso de estar ahí.
- Repensar los espacios: en bienes raíces, cada metro cuenta. Un buen arquitecto podrá darte recomendaciones acerca del mejor uso de tus espacios y distribuciones para que aproveches mejor tu casa.
- Puedes hacerla más tecnológica o ecológica: hoy las opciones son muchísimas, tanto para automatizar pantallas, sonidos, luces, etc….como para agregarle equipamiento ahorrador (por el bien tuyo y del planeta).
- Puedes disfrutarla más: ¿has pensado cuánto tiempo de tu vida pasas en tu casa? Al darle nuevos colores, nuevos muebles, nuevos acabados, podrás hacer tu estancia en ella mucho más cómoda. Busca ideas en Pinterest , Instagram o con tus amigos arquitectos o diseñadores y quizá puedan transformarla en tu lugar favorito.
- Renuevas a un estilo más moderno: muchas casas ya se ven “antigüitas” o “descuidadas”; una remodelación puede hacerla ver más joven, reluciente y moderna.
- Créditos hipotecarios con tasas bajas: las tasas de crédito hipotecario para remodelación son exactamente las mismas que para adquisición de una casa o departamento; es decir, estamos frente a unas de las tasas más bajas en la historia y puedes conseguir un crédito hipotecario con tasas de entre 9.5% y 11.5% (¿nada mal verdad?)